miércoles, 15 de julio de 2015

Silencio y calma, compasión.



¿Por qué en el silencio siento una compasión que desaparece - por decirlo de una manera gráfica -a la que pongo los pies en el suelo? Creo que es porque, en ese plano de consciencia, la comprensión y el amor se unen, realizando un proceso de fusión del que surge la compasión.

El silencio me ayuda a comprender. Me ayuda a ver desde otro punto, a apartar el cojín que parece estar pegado a mi rostro y a darme perspectiva. Me sitúa en un punto, en el que no suelo estar en el día a día. Y esto, ¿cómo lo hago? Entro en el silencio y, ahí, dejo que surjan las respuestas. A veces, éstas aparecen. A veces, no lo hacen. Aún así, sea cual sea el resultado, continúo con perseverancia e ilusión. Confío en que ese es el camino: el silencio de la meditación profunda en el que se da shamata, la calma.

Pues la compasión surge del amor unido a la comprensión. Y así, a medida que va apareciendo la compasión, se va desvaneciendo todo juicio.

(La foto elegida ha sido el regalo de Fliying in the Sky por mi cumpleaños. Grácias )